Y es que el pleno se tuvo que celebrar a
puerta cerrada para que el ruido de la concentración de trabajadores,
familiares y padres de la escuela de música, no impidiera su
celebración, a lo que se sumó que en la sesión también se contó con
efectivos de la guardia civil además de la policía local, por lo que más
de uno pensó que el grupo de Gobierno temía por su seguridad.
Fuera de las Casas Consistoriales
galdenses, unas 800 personas según los sindicatos, mostraban su rechazo
al expediente de regulación de empleo, con una sonora pitada que llegaba
con claridad hasta el salón de plenos.
Dentro,
grupo de Gobierno y oposición también se enfrentaban por el ERE, y
aunque el alcalde, Teodoro Sosa, aseguraba que las expectativas que
sobre una sesión con tensión se habían trazado algunos, no se iban a
cumplir, a punto estuvo de desalojar la sala, ante las discusiones que
se produjeron entre el público.
En lo que se refiere a los puntos del
orden del día, se aprobó por unanimidad la moción de PP-UnPG sobre el
muro de la calle Cristóbal Colón, y el grupo de Gobierno votó en contra
de la moción de ese mismo grupo de la oposición, sobre la Escuela de
Música municipal.
La oposición por su parte, votó en
contra de la subida de las tasas de la Escuela de Música a considerar
que el incremento es excesivo y que no es que se acordó con los padres y
que fue recogido en el Plan de Viabilidad.
La oposición también votó en contra de
la subida de la tasa de la Escuela Infantil, ya que según sus datos,
esta subida perjudica a las familias con menos recursos y beneficia a
los que más tiene. Tanto en la tasa de la Escuela de Música como en la
de la Escuela Infantil, los tres grupos políticos solicitaron que se
quedarán sobre la mesa, puesto que en las modificaciones de las dos
ordenanzas falta el informe técnico económico que debe justificar la
subida.
El grupo de Gobierno aprobó en solitario
ambas tasas, argumentado que las mismas eran necesarias porque ambos
servicios eran deficitarios.
Los ediles de PP-UnPG, CC y CCN, también
votaron en contra de la modificación de créditos a través de la cual,
el grupo de Gobierno desviará 30.000 euros de la partida presupuestaria
destinada a las amortizaciones de los préstamos bancarios, para pasarlos
a la creación de la Fundación cultural Ciudad de Gáldar. Según explicó
la edil de Hacienda, Eva Martínez, hay dinero de sobra ya que se ha
renegociado una operación de crédito a largo plazo.
También
se opusieron a la constitución de la citada fundación, ya que
consideran que no es el momento adecuada para su puesta en
funcionamiento, y cuestionaron que se destinen 30.000 euros a este
nuevo organismo cuando se despiden a trabajadores y se cierran
servicios. Por su parte, el edil de Cultura, Carlos Ruiz, acusó a la
oposición de tener un gran desconocimiento sobre este asunto y aseguró
que con la Fundación se hará una gestión más eficaz.
Por la vía de urgencia, se abordó la
moción sobre el expediente de regulación de empleo presentada por los
tres grupos en la oposición municipal, un punto en el que se desató la
tensión plenaria acumulada durante horas.
El portavoz del CCN. José Juan
Rodríguez, indicó que para su grupo político, la decisión de iniciar el
ERE era unilateral, demandado que se estudiaran fórmulas más adecuadas
para hacer frente a la mala situación económica del Consistorio.
La portavoz de CC, Sinesia Medina,
cuestionó que el grupo de Gobierno no informara del ERE en la pasada
campaña electoral, ya que en su opinión el mismo se venía fraguando
desde hace tiempo. También reprochó a los gobernantes que fomentarán las
rencillas entre trabajadores y generasen incertidumbre y malestar con
el expediente de regulación de empleo.
El portavoz de PP-UnPG, Aladino Suárez,
aseguró que estas no son las formas de hacer un ERE, y aseguró que sin
una RPT no se puede poner en marcha este tipo de expediente, ya que en
algunos departamentos puede sobrar personal pero faltar en otros.
Los tres portavoces de la oposición
solicitaron la paralización del ERE y demandaron al grupo de Gobierno
que negociase otro tipo de medidas.
La primera teniente abrió la caja de
los truenos al reconocer que la mala gestión de todos los partidos
políticos que han pasado por el Consistorio, son culpables de la actual
situación, y mostró su voluntad de negociar otras medidas.
El alcalde Teodoro Sosa aseguró por su
parte, que el día que firmó el ERE no tiró voladores, y acusó a PP-UnPG
de haber dejado fijos a 132 trabajadores cuando Gobernó en el mandato
2003-2007. También acusó a el edil, José Juan Rodríguez, de haber hecho
contratos fraudulentos cuando fue concejal de Servicios Sociales, por lo
que se produjo una acalorada discusión, en la que Rodríguez llamó
mentiroso y farsante al alcalde, y le conminó a que asegurara de nuevo
lo de los contratos fraudulentos. El alcalde cambió su versión diciendo
que José Juan Rodríguez había permitido ese tipo de contratos.
Teodoro Sosa arremetió también contra
los sindicatos acusándolos de decir disparates por las cifras económicas
que habían dado, y aseguró que han existido alcaldes que eran buenos
porque colocaban a todos y que los malos son los que toman decisiones.
El alcalde terminó su intervención sentenciando que el tiempo pone y
quita razón.
Cuando la moción salió a votación se
produjo otro enfrentamiento entre el alcalde y el portavoz de PP-UnPG,
Aladino Suárez, ya que éste solicitó la palabra para responder a Sosa
que lo llamó demagogo en un momento de su intervención. El alcalde se
negó a darle la palabra, por lo que el portavoz le respondió que “
usted es un demagogo y un dictador”.
Finalmente, la moción de paralizar el
ERE fue rechazada por los votos en contra de los trece ediles del grupo
de Gobierno y los ocho a favor de los concejales de la oposición.
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