Este
fin de semana las aguas de El Agujero, en Gáldar, fueron escenario del
Campeonato Mundial de Bodyboard. Las olas de El Frontón y de La Guancha
pusieron los medios necesarios e imprescindibles para que ello
aconteciera.
Se trata de un privilegio que la propia naturaleza otorga a la costa
galdense. La confluencia de las corrientes y probablemente la situación
de la costa, contribuyen a que se origine dicho fenómeno. La playa de El
Agujero, por tal motivo, fue un hervidero humano multicultural, dada la
diversidad de procedencias de quienes asistieron a competir en tan
singular escenario. Banderas de distintas nacionalidades ondeaban a lo
largo de la avenida durante la celebración del evento.
Más arriba, por donde era lugar de paso
de muchas de las personas que hasta allí asistieron, bien a participar
bien a observar las evoluciones que sobre el agua realizaban quienes
competían, la mirada también nos entregaba un nuevo espectáculo: el de
la Necrópolis de La Guancha. Allí estaba, una vez más con un gran trozo
de valla perimetral tirada por acción de la corrosión marina. Ese
yacimiento donde se concreta una parte importante de lo que fue el mundo
aborigen, sustrato de lo que es la Gáldar actual, continúa abandonado,
sin que sobre el recaiga una mínima muestra de respeto.
El resto del escenario, el que
correspondía a la zona de costa, sigue similar suerte que el yacimiento.
Un evidente abandono y una escasa, por no decir nula, tarea de
adecentamiento del entorno, fueron la nota dominante. A pesar de conocer
con suficiente antelación la celebración del evento, no se podía
apreciar la existencia de medios de apoyo alguno para que el mismo se
llevase a cabo con la mayor comodidad posible, habida cuenta la nutrida
presencia de personas, tanto espectadoras como participantes. Nada, más
allá de la asistencia del voluntariado de Protección Civil. Por no haber
no pudimos encontrar baños en los que poder llevar a cabo las
ineludibles necesidades fisiológicas.
Nada digamos del resto del municipio. A
pesar de las diversas procedencias de quienes se acercaban hasta el
lugar donde se emplazó el evento, la señalización de ayuda fue bastante
escasa. Y la pregunta surge rápidamente: ¿Qué quiere ofrecer Gáldar a
todas esas personas que la visitan para que la recuerden con deseos de
regresar? Me temo que poca cosa pues, de todo aquello que puede
presumir, por la singularidad que presenta, poca promoción se hace.
Sobre todo, porque carece de la infraestructura suficiente para que
quienes han estado durante estas jornadas en las que se ha desarrollado
la competición, así como en los previos para conocer las olas, pudiesen
estar en ella, más allá del tiempo necesario para zambullirse en su
costa, a disfrutar de sus olas, para ese espectáculo que supone el
bodyboard.
http://www.infonortedigital.com/portada/component/content/article/1-actualidad/10009-del-mundial-de-bodyboard-a-la-desidia-por-el-mundo-prehispanico
No hay comentarios:
Publicar un comentario